Amy B. Chan

Ya sea que lo llamaran en busca de anomalías, o de controles de calidad, o descubriendo una conspiración tan vasta que de alguna manera sacudido la elección a Biden, la revisión de mala fe de la elección del Condado Maricopa en 2020 no fue una búsqueda de la verdad. Porque la verdad es que las elecciones en Arizona son conducidas por profesionales de todos los partidos que siguen reglas específicas y uniformes para asegurar la seguridad de las papeletas y la exactitud de los resultados. Sé porque he servido como oficial electoral para el estado durante años. He visto esto de primera mano. Los organizadores de esta revisión de mala fe finalmente están publicando un informe final. Es un informe que le pide que no crea sus ojos mentirosos.

Cuando los votantes de Arizona hicieron su elección en las elecciones generales de 2020, lo hicieron en un sistema electoral que fue probado y verdadero, donde las reglas no cambiaron y se siguieron todos los procedimientos y leyes. Toda ley de salvaguardia y funcionarios electorales de Arizona creados antes de la elección fue seguida meticulosamente para asegurar la integridad del voto.

Y cuando los votos del Colegio Electoral de la nación fueron certificados por el Congreso el 6 de enero, la voluntad de los votantes de Arizona fue escuchada y Joe Biden fue declarado presidente de los Estados Unidos de América en 46th. Por meses, sin embargo, algunos han esperado que la revisión de las papeletas de los líderes del Senado del estado de Arizona cambie ese resultado, o al menos arrojar dudas. Y, francamente, algunos simplemente se han aprovechado de esa esperanza y se han cobrado, recaudando grandes sumas de dinero para sus propias campañas y entidades.

La revisión de las papeletas en el Condado Maricopa ha sido parcial y poco profesional desde el principio: La búsqueda de fibras de bambú chinas, “contando” las papeletas en una cinta transportadora de cambio. Sin embargo, durante meses, algunos han esperado que la revisión de la boleta electoral del liderazgo del Senado del estado de Arizona cambie ese resultado, o al menos arrojar dudas. Y, francamente, algunos simplemente se han aprovechado de esa esperanza y se han cobrado, recaudando grandes sumas de dinero para sus propias campañas y entidades.

En contraste con las elecciones de 2020 y las auditorías reales que fueron realizadas por profesionales, hay innumerables maneras en que este ejercicio desmiente cualquier revisión seria:

• de la recaudación de fondos en el aire que parece innecesaria ya que el Senado tiene un contrato con el proveedor para pagar la auditoría,
• al elenco de personajes polémicos,
• del dinero recaudado y gastado en relativo secreto,
• a los parámetros siempre cambiantes.

Cada aspecto de este proceso es una lección abyecta de que las auditorías electorales reales realizadas por funcionarios electorales reales bajo regulaciones reales proporcionan resultados reales – y usted puede verificar las matemáticas. Las elecciones en Arizona son conducidas por funcionarios electorales locales que no son políticos y no tienen ganancia política ni agenda. Siguen los procedimientos establecidos que se han desarrollado para asegurar que el proceso electoral de Arizona sea libre, justo, preciso, verificable y transparente. Este es el sistema en el que los votantes deben inculcar su confianza. No la llamada auditoría en el Condado de Maricopa que ha arriesgado nuestra integridad electoral en nombre de la difusión de la desconfianza en nuestras normas democráticas y la recaudación de dinero.

Nadie debe confiar en la desinformación disfrazada de informe final de la llamada auditoría.